La Cupula Restaurante

El lugar cuenta con una ubicación privilegiada, el menú es pequeño pero con acertadas especialidades. La atención es buena. El tiempo de espera de los alimentos es un poco extensa, recomiendo llevar paciencia. El sabor de los platillos es muy bueno y en porciones adecuadas. En relación al precio-calidad, considero un poco elevado los precios, pero sin duda la vista te hace que lo pases por alto.

Me lo recomendaron y seguí los consejos de ir de preferencia en la mañana, afortunadamente han puesto bufette todos los días, así que hay que hacer la reservación, el estacionamiento esta a la vuelta y desde que llegas la hosttes verifica en línea tu reservación, el lugar tiene una vista increíble, hay platillos en barra y los que puedes solicitar con el mesero que te preparan al instante, la atención es súper amable, están al pendiente de que no tengas nada que te incomode en tu mesa, no son tampoco invasivos. El bufette no es caro y se los recomiendo. Obvio pienso regresar

Me gusta el toque francés que le han dado al lugar, la vista es increíble, los precios adecuados, aunque deberían mejorar las presentaciones de sus platos, son algo pasadas de moda.

Sin lugar a dudas es de los lugares más concurridos últimamente, y aunque el lugar es magnífico, tiene una vista de Puebla impresionante, no lo es así la comida.El desayuno es bufet y los meseros son muy atentos y siempre están al pendiente, pero no me termina de convencer. El sazón de la comida no me encantó, aunque es un lugar que se presta para desayunar, compartir con amigas o familia.

Una desagradable experiencia me lleve el dia de ayer al hacer una reservacion con dos dias de anticipación, la cual confirme el mismo día de mi visita.Pedí que se decoraran mi mesa para una celebración, al momento de llegar me dan una mesa sin decorar, por lo cual me acerco al mesero para que me diera una explicación, el cual me dice que lo solucionaría, después se acerca a mi mesa yo estando con mi esposa y me comenta enfrente de ella que nos cambiarían de mesa para poder decorarla, lo cual me desagrado mucho ya que era obvio que era una sorpresa, la cual termino de arruinar. Desafortunadamente su irresponsabilidad y falta de tacto arruinaron un día especial.